
El representante legal de la Asociación Uruguaya de Fabricantes y Operadores de Juegos Electrónicos, Gerardo Dibbern, explicó a El Espectador los motivos de la demanda millonaria, controversia surgida en torno máquinas tragamonedas que se encuentran en bares y otros comercios: “Por daños y prejuicios, lucro cesante y daño moral por la persecución arbitraria que ha realizado la dirección estatal en contra de los propietarios de las máquinas tragamonedas barriales, dictamines fiscales que determinan la absoluta legalidad de las máquinas tragamonedas y que establecen que el uso no contraviene norma ni penal ni administrativa”, señaló.
Por otra parte, el abogado de Aufoje señaló que demandarán a la Dirección de Casinos por la ley 17.243 de libre competencia: “Ha abusado de una posición dominante en el mercado porque la Dirección de Casinos equivocadamente sostiene de que tiene el monopolio del juego y no es así. La Dirección de Casinos no tiene el monopolio del juego y esta ley establece en sus artículos 13º, 14º y 15º que el juego es una actividad comercial, el Estado no tiene monopolio y hay igualdad de condiciones entre el Estado y los particulares”, señaló.
Fuente: elespectador
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