lunes, 15 de septiembre de 2008

Los empresarios hemos ayudado al control del sector

España - El cántabro José Ramón Sáinz ha llegado a la presidencia de una de las federaciones nacionales de empresarios de recreativas de mayor peso en España: representa, prácticamente, a la mitad del sector, en número de máquinas.
Sáinz lleva 18 al frente de la asociación que reúne en Cantabria al 90% de las compañías, una organización que ha visto cómo salía adelante recientemente el decreto 23/2008 de 6 de marzo que regula la actividad. Sáinz asegura que los empresarios llevan años «ayudando» a que ésta se controle, «limpiando y dignificando», pese a la permanente reconversión a que se enfrenta en la última década. Y se toma su elección al frente de Femara (la Federación Nacional de Operadores) como un reconocimiento a la labor que este subsector ha hecho en la región.
- ¿Qué importancia tiene en Cantabria el sector de las máquinas recreativas?
- Estamos en cambio continuo, porque dependemos de las tecnologías, pero nuestro peso es importante. En Cantabria hay ahora mismo 4.194 máquinas de tipo B (las que se conocen como 'tragaperras') y 3.472 establecimientos de hostelería cuentan con autorización para tenerlas.
Quedan sólo tres salones recreativos y 28 salones de juegos. Nuestra actividad reporta a las arcas públicas, en un año, 17 millones de euros (contando sólo la parte de las máquinas). Si se suma el total de lo que genera el juego (bingos, casino, etc) nos vamos a los 25 millones de euros.
Hablamos de unos 600 empleos directos y un millar de puestos indirectos. Por cada moneda que entra en una máquina, más de la mitad se va en impuestos y sólo el resto es para el empresario y el negocio de hostelería.
-...Y eso que nos educan, desde pequeños, en la idea de que este tipo de juego es tan rechazable como el alcohol, sin ir más lejos.
-Este es un servicio más de ocio, que no tiene diferencia con otros. Pero, claro, es como todo.
Nada en exceso es bueno. Todo lo que se convierte en adicción es condenable: lo mismo se equivoca el que cae en la compra incontrolada de ropa o en cualquier otra cosa. El juego no tiene nada de malo, siempre y cuando se haga con control.
-¿Y a qué atribuiría esa falta de sintonía entre el peso económico de la actividad y el escaso prestigio social o la imagen peyorativa que se asocia a los recreativos?
- Bueno, yo creo que la percepción social está empezando a cambiar. Los empresarios nos estamos preocupando mucho de eso. Y las últimas normas, elaboradas con la Administración regional, nos han ayudado bastante. Ahora no se puede abrir un local de cualquier manera. Se necesita cumplir unos requisitos estrictos. Éste es un sector muy dinámico, que se gasta mucho en I+D... Ahora las máquinas son muy sofisticadas, tienen importantes equipos informáticos, pantallas de vídeo... Nosotros somos los primeros interesados en que se valore todo lo que se ha modernizado.
-¿La legislación cántabra actual es adecuada?
-Sí. Nuestra Ley del Juego se hizo en 2006 y el reglamento para este subsector está todavía calentito. Es de marzo de 2008. Hemos tardado en tenerlo y ha llevado mucho trabajo, pero está adecuado al momento tecnológico y a la realidad del negocio. La Asociación ha colaborado conjuntamente con la Consejería de Presidencia para que saliera adelante. En este sentido, es de justicia reconocer la labor que han realizado Vicente Mediavilla y la jefa de servicio, Mónica Escobedo, que ha sido enorme. Y modélica, porque las comunidades autónomas que están modificando sus normativas están tomando como referencia este reglamento. La legislación anterior estaba muy desfasada.
Fuente: eldiariomontañes

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